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viernes, 12 de junio de 2015

Educación para todas y Todos, Plataforma Subegional sobre Trabajo Infantil y Adolescente

Cada 12 de junio, se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, - impulsado por la Organización Internacional del Trabajo y posicionado a nivel global -, como expresión simbólica que pretende hacer conciencia sobre la realidad de las niñas, niños y adolescentes trabajadores  en el mundo y sobre las responsabilidades de los Estados y de los diferentes actores para prevenir situaciones de explotación laboral y proporcionar mejores condiciones de vida para este grupo de población y sus familias.

La Plataforma Subregional es un espacio de incidencia política, movilización social y está integrada por organizaciones sociales en cada país[1] de la región centroamericana y cuenta con la participación de la Marcha Global contra el trabajo infantil.

Un contexto de preocupación y violación de derechos humanos:
Preocupados por los datos que persisten en la región de América Latina y El Caribe - según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en América Latina y el Caribe, existen 13 millones (8,8%) de niños y niñas menores de 14 años de edad[2] realizando trabajos en condiciones que violentan sus derechos humano y su desarrollo.

La agricultura continúa siendo de lejos el sector con el mayor número de niños en situación de trabajo infantil (98 millones, o 59%), pero el número de niños en los servicios (54 millones) y la industria (12 millones) no es insignificante – la mayoría se encuentra principalmente en la economía informal.[3]

En los países de América Central existen cerca de 2,156,346[4] de niños, niñas y adolescentes, de los cuales 1,378,795 (un 64%) estaban por debajo de la edad mínima de admisión al empleado;  realizando trabajos en su mayoría en condiciones de informalidad y peligrosidad. Sumado a ello, esta región cuenta con enormes retos que superar y que afianzan la necesidad de las familias de incorporar a sus hijos e hijas en estrategias de sobrevivencia familiar. Violencia, Migración, Narcoactividad, Inseguridad Ciudad, Exclusión Social, Aumento de la brecha social (mayores inequidades en particular desde lo urbano y rural), falta de estrategias de desarrollo y oportunidades educativas para los y las adolescentes; sistemas educativos excluyentes y cambio climático provocando un impacto mayor en el medio ambiente y un aumento de los desastres naturales, entre otros.

Centroamérica en el 2013 evidenció la catástrofe humanitaria mas desgarradora de su historia, niños, niñas y adolescentes acompañados y no acompañados se vieron forzados a huir y migrar de sus países (en particular Honduras, El Salvador, Guatemala y también hay evidencia que en México). Las razones: violencia, la pobreza, falta de oportunidades, narcotráfico, sistemas de protección débiles e institucionalidad ausente, escuelas excluyentes.

Un número importante[5] logró llegar a su destino (EE.UU) y otro número - que se desconoce- , se quedó en el camino. Existe evidencia que fueron captados por redes de tratantes para fines laborales y fines sexuales y otros fallecieron. La indignación ha sido mucha, pero las respuestas no suficientes y aun los Estados Centroamericanos debe actuar más enfáticamente, combatir las causas y proporcionar respuestas integrales y sostenibles  para sus habitantes y deben proteger sin más demora a los niños, niñas y adolescentes y darles un presente mejor y un futuro más prometedor.

Educación de Calidad un gran reto para los niños, niñas y adolescentes trabajadores
La Organización Internacional del Trabajo muy acertadamente insiste en que la educación es buena para el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes y además que ésta debe ser de calidad.  En ese sentido, la OIT ha propuesto en el Día Mundial contra el trabajo infantil lema: “No al trabajo infantil sí a la educación de calidad”.
En el marco del día Internacional contra el trabajo infantil, la OIT hace un llamado[6]:
a)    Educación libre, gratuita e inclusiva, hasta por lo menos la edad mínima de admisión al empleo; y emprender acciones para llegar a aquellos niños actualmente en situación de trabajo infantil;
b)   Políticas públicas coherentes y eficaces en torno al trabajo infantil y educación; y
c)    Implementación de políticas que garanticen el acceso a una educación de calidad, con inversión en el mejoramiento del personal docente.
La ex relatora del derecho a la Educación de Naciones Unidas, dio significativos aportes para definir la Educación de Calidad proponiendo lo que hoy se llama las 4A: la Asequibilidad (disponibilidad), la Accesibilidad (Acceso), la Adaptabilidad (permanencia) y la Aceptabilidad (calidad). Si bien esta propuesta se realizó en un contexto diferente al día de hoy, representa un aporte enorme que promueve superar la fragmentación y el tratamiento aislado de las diferentes dimensiones de la educación, tanto en el discurso como en las políticas públicas.

Ya no es posible seguir sosteniendo que la calidad de la educación es sólo un asunto de “mejoras” introducidas en los procesos, en los contenidos, en los currículos, en las evaluaciones, en la enseñanza y los aprendizajes. La calidad es el resultado holístico de la articulación de las 4A. Tiene que ver con todos los factores que intervienen en la efectiva garantía de los derechos humanos. Cuando algunos de estos factores no está presente, o no hace presencia en la manera en que se requiere, se afecta el disfrute del derecho, o lo que es igual, la educación pierde cualidades esenciales: pensemos si un sistema educativo que no garantiza el pleno acceso, que no garantiza la permanencia de los niños, las niñas y los jóvenes, que no garantiza los aprendizajes pertinentes, que no articula a los padres de familia, que no permite la participación en las decisiones de política, puede ser considerado como un sistema de “calidad”[7].

Los retos de la Educación en Centroamérica son enormes para los niños, niñas y adolescentes trabajadores:
Los niños, niñas y adolescentes en Centroamérica representan casi el 50% del total de la población, siendo que un altísimo elevado porcentaje se encuentra en situación de pobreza. El escenario de desarrollo para ellos y ellas no es igual, vemos niños, niñas trabajadores que asisten a la escuela, niños, y niñas trabajadores que no van a la escuela y vemos adolescentes trabajadores que no llegan a terminar la secundaria, que se insertan en diferentes estrategias a falta de oportunidades de desarrollo y se insertan – quienes pueden – en trabajos en el sector informal y con condiciones de explotación y riesgo. Igualmente observamos adolescentes que ni estudian ni trabajan y con ningunas perspectivas, poniendo a flote un escenario desolador en términos de desarrollo humano y desarrollo de los países. Vemos que otros su presente es mas positivo y cuentan con mejores condiciones, pero éstos son los que  menos vemos.
La educación ha tenido que ir planteando cambios drásticos, modernizándose revisando su modelo educativo, y aumentando la calidad iniciando con  la mejorar de condiciones laborales y la formación de los y las maestros.  Pero mientras todo esto sucede los niños, niñas y adolescentes trabajadores esperan. Se ha propuesto modelos paralelos y de menor calidad para ellos, creando brechas de calidad y de acceso importantes dentro del mismo sistema educativo, y formando ciudadanos de menor categoría.
La tendencia predominante en la región no es favorable a una educación de calidad para los niños, niñas y adolescentes trabajadores. Por el contrario, salvo algunas excepciones, se evidencia una desarticulación de políticas y programas de los gobiernos, así como la reducción de los recursos destinados a la educación. Existen enormes desigualdades entre los sectores de mayores ingresos, que tienen la opción de contar con educación de calidad para sus hijos e hijas, y las mayorías en situación de pobreza, que deben conformarse, en el mejor de los casos, con una educación deficiente. Estas desigualdades se siguen manifestando hasta el nivel universitario, donde las y los estudiantes provenientes de áreas rurales, sectores urbanos vulnerables y pueblos originarios, son los que tienen mayores dificultades para ingresar.

Ante la situación planteada, la Plataforma Subregional sobre Trabajo Infantil y Adolescente, instancia de coordinación creada en 2008 con el objetivo de contribuir y exigir que los Estados cumplan y garanticen los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de los niños, niñas y adolescentes trabajadores, demanda a los gobiernos de la región:
  1. Garantizar el derecho a la educación inclusiva y de calidad a todos los niños, niñas y adolescentes trabajadores y facilitar su acceso, permanencia y apoyo escolar.
  2. Promover y fortalecer políticas nacionales sobre trabajo infantil y trabajo adolescente y educación inclusiva y de calidad, combate a la pobreza y empleo juvenil coherentes y eficaces, incluyendo la inversión en el personal docente (motivación, formación y mejoras en las condiciones laborales).
  3. Que la educación obligatoria llegue se amplíe hasta finalizar la secundaria para todos y todas los adolescentes sin importar su condición y procedencia, evitando así que caigan en el circulo de la pobreza y en la incorporación temprana a actividades de explotación y riesgo.
  4. Generar alternativos y oportunidades educativas, técnico vocacionales, de empredendurismo para los y las adolescentes en general, fortaleciendo su autoestima, sus proyectos de vida, su autonomía y su emancipación.
Centroamérica, 12 de junio de 2015
Plataforma Subregional sobre Trabajo Infantil y Adolescente
CEIPA GUATEMALA, ASOCIACION COMPARTIR HONDURAS, COIPRODEN HONDURAS, DERECHO Y DESARROLLO EL SALVADOR, DOS GENERACIONES NICARAGUA, DNI COST ARICA, IDEMI PANAMA y MARCHA GLOBAL CENTROAMERICA





[1] Ceipa Guatemala, Compartir y Coiproden de Honduras, Derecho y Desarrollo de El Salvador, Dos Generaciones de Nicaragua, DNI Costa Rica, Idemi Panamá y Marcha Global Centroamérica.
[3] ídem
[4] datos IPEC/OIT al 2012
[5] según informes diversos se habla más de 60,000 niños, niñas y adolescentes
[6] tomado de http://www.ilo.org/ipec/Campaignandadvocacy/wdacl/lang--es/index.htm
[7] tomado de http://www.calidadeducativa.edusanluis.com.ar/2009/05/debate-sobre-la-calidad-educativa.html

12 de Junio: Trabajo Infantil y Adolescente en la mira


*    Los grandes retos para los niños, niñas y adolescentes trabajadores, Virginia Murillo, Presidenta Ejecutiva DNI Costa Rica

Hoy día se celebra un año más, el llamado Día Internacional contra el Trabajo Infantil promovido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y  muy acertadamente se apunta a la educación de calidad y a la no explotación.  El bombardeo de acciones que se desprenden en este día, nos hacen reflexionar y no es para menos, ya que nos movemos entre visiones, enfoques y abordajes que aún no hemos sabido conciliar.

Hoy nos convocan a reflexionar sobre la educación de calidad, el trabajo explotador  y los retos que tienen los niños, niñas y adolescentes trabajadores a gozar y a ejercer este derecho.

El enviado especial de Naciones Unidas Gordon Brown en su Informe Trabajo Infantil y desventaja educacional del 2013[1], nos  recuerda que hay 218 millones de niños de edades 5-17 años de edad involucrados en el trabajo infantil. Más de la mitad de éstos, están por debajo de la edad de 15 años de edad.
91 millones son menores de 12 años. También menciona que estos niños, niñas y adolescentes trabajadores han sido privados de una crianza y entorno de protección, que están arriesgando su salud, ha perdido su única oportunidad para una educación, y sufren estrés emocional y trauma, a fin de generar pequeñas cantidades de ingresos o para proporcionar mano de obra para sus hogares

El señor Brown indica que la educación podría ser una fuerza mucho más poderosa en la lucha contra la explotación laboral.  Para que lo sea se requiere que los compromisos trazados en la hoja de ruta y en las acciones encaminadas hacia el 2020 se asuman. Menciona enfáticamente que el mundo no necesita otra cumbre para adoptar aun más compromisos y discursos, sin embargo señala que una acción global debe traer cambios sustantivos en los contextos adversos.  Insiste en que los ingredientes esenciales necesarios para el éxito son el liderazgo político, la financiación multilateral y un fuerte vínculo con las estrategias nacionales y la creación de capacidad.

De Acuerdo al informe Global OIT: Combatir el trabajo infantil mediante la educación [2] hay 72 millones de niños en edad de educación primaria, y un número mucho mayor en edad de educación secundaria, están fuera de las aulas. Muchos de ellos se encuentran entre los 218 millones de niños que trabajan, cifra estimada para todo el mundo.

De acuerdo con el Informe de seguimiento de la Educación para Todos en el mundo de 2007, si bien se han logrado avances, de manera lenta pero constante, en el ámbito de la enseñanza primaria universal, todavía existen 72 millones de niños en edad de educación primaria no escolarizados, entre ellos 44 millones son niñas. Dicho informe indica: “La educación para todos… requiere de un enfoque inclusivo que ponga énfasis en la necesidad de llegar a grupos que de lo contrario no tendrían acceso a la educación y al aprendizaje”. El informe hace un llamamiento a la adopción de políticas dirigidas a “alcanzar a los excluidos”, incluyendo políticas que permitan acabar con la necesidad de recurrir a la mano de obra infantil.

De igual manera se señala en dicho informe que una parte importante de la población no escolarizada está conformada por niños trabajadores. Los niños de este grupo – los últimos 10-20% – constituyen el verdadero problema para la realización de los objetivos de la educación para todos. Podrá lograrse un aumento significativo de la participación en la educación de este grupo únicamente si se analizan, y luego se superan, los obstáculos a los cuales se encuentran enfrentados.

La representante de Internacional de la Educación en la IIIera Conferencia Mundial sobre Trabajo Infantil señaló las acciones que buscan la educación de calidad deben pasar primero por formar a maestros y maestras, por darles mejores condiciones y enseñarles a ellos para que comprendan que significa ser niño, niña y adolescente trabajador y los diferentes sectores en que ellos y ellas trabajan.

En Costa Rica el  Estado de la Nación: IV informe estado de la educación[3]  nos presenta un  panorama delicado que requiere de nuestra atención:
·      Ausencia de cambios significativos en los resultados de rendimiento y  exclusión, malos tratos entre compañeros o del personal docente, niños en hogares pobres y vulnerables, aulas en mal estado y una educación costarricense que se debe de ir armando son algunos de los resultados del cuarto informe Estado de la Educación.
·      Con respecto a la educación preescolar el informe indica que durante el período 2010-2013, el desempeño de la educación preescolar no mostró cambios, la oferta se mantuvo rezagada, debido a la desactualización de los programas y a los pocos esfuerzos que se realizaron en estos años para fortalecer áreas clave como la lectoescritura emergente, un asunto destacado en el Tercer Informe.
·      Unos 60.000 niños en todo el país, entre los 4 y 5 años de edad, no reciben educación preescolar.
·      En el ámbito de secundaria el informe señala que solo 4 de cada 10 jóvenes entre los 17 y 21 años de edad completa la secundaria 1. Solo un 46 % de los jóvenes entre 17 y 21 años completó la educación secundaria en el 2011.  La reprobación y la expulsión del sistema educativo siguen siendo problemática en secundaria, luego de un período de descenso, creció en el 2011.

·      El cuarto informe revela que la falta de atención en temas como, las repercusiones de una avanzada transición demográfica que vive el país, la falta de fortalecimiento de esfuerzos para simplificar procesos y trabajar por resultados para fortalecer la autonomía de los centros educativos y las tensiones constantes para la contratación de docentes son temas estratégicos que impiden que el país avance hacia objetivos claves.
·      En cuanto a la educación preescolar señala que Costa Rica debe avanzar en las evaluaciones regulares y sistemáticas de los ambientes de aprendizaje en las aulas de preescolar con métodos validados que permitan la comparación internacional, como lo están haciendo otras naciones de América Latina para hacer de la evaluación permanente una herramienta que contribuya al mejoramiento continuo de los ambientes en que aprenden los niños y las niñas.
·      Por último, el Estado de la Nación indica entre los retos importantes  la pobreza y la falta de escolaridad, son la principal amenaza de los niños de 0 a 6 años.

A través del trabajo directo que realiza Defensa de Niñas y Niños – Internacional, DNI Costa Rica a lo largo de sus 21 años de presencia en Costa Rica y en Centroamérica, hemos visto como los temas relacionados con los niños, niñas y adolescentes trabajadores han estado sujetos a las voluntades políticas, a la definición de la cooperación internacional y cobran fuerza en algunas administraciones o bien se quedan en espera en otras.

El Gobierno actual ha lanzado en días pasados una Ruta para hacer Costa Rica un país libre de trabajo infantil y sus peores formas. Dicha ruta cuenta de varias dimensiones que contempla actuar ante una serie de causas estructurales que hacen el trabajo infantil más complejo. Estas dimensiones son:
  • Dimensión Lucha contra la pobreza
  • Dimensión Política de salud y el trabajo infantil
  • Dimensión Política educativa y el trabajo infantil
  • Dimensión Marco normativo e institucional protección integral de derechos
  • Dimensión sensibilización y movilización social
  • Dimensión generación de conocimientos y mecanismos de seguimiento
Costa Rica encamina su tarea pendiente para garantizar que los niños, niñas y adolescentes trabajadores cuenten con mejores oportunidades de desarrollo  en el presente. La meta a alcanzar no es sencilla ya que implica de transformaciones importantes en las instituciones, de inversión social, de cambiar las percepciones y visiones que se tiene ante el trabajo infantil; pero sobre todo, Costa Rica tiene una gran deuda con la población adolescente en general y en particular con la población adolescente trabajadora.

Hemos caído en una regularización del trabajo adolescente a partir de un enfoque de control social, sin poder darles mas oportunidades ni empleos dignos porque no cuentan con la preparación ni la formación necesaria. Los trabajos que acceden en su gran mayoría son del sector informal, o de muy corta duración en el sector formal por las implicaciones y el costo que tiene de contratar a una persona adolescente trabajadora.

Hemos caído en mezclar emprededurismo como empleo juvenil sin fortalecer su auto identidad, su autonomía, sus habilidades, su proceso formativo para que cuando puedan, se inserten en un mercado laboral que les respete y que les ofrezca condiciones dignas y mas duraderas.

Si Costa Rica no invierte en las personas adolescentes reconociendo su valor y su condición de persona con derechos, de agente social y de ciudadano, el mañana estará lleno de adultos poco preparados, frustrados, sin proyectos de vida y sin aportar al desarrollo del país en los diferentes campos y el presente llenos de personas adolescentes frustradas, desmotivadas y sin visión de futuro porque el presente no les da oportunidades.

La educación obligatoria debe extenderse obligatoriamente para que los y las adolescentes terminen el último curso de secundaria, que puedan graduarse y por consiguiente puedan visualizar un presente y un futuro más prometedor. El estado debe garantizar ofertas educativas, culturales, técnico . vocacionales, deportivas, sociales, económicas sin discriminación alguna y sin tantas trabas que quienes acceder finalmente son pocos y la mayoría queda por fuera.

El modelo educativo debe repensarse y debe modernizarse, refrescarse y debe pensar de nuevo quienes son sus principales “clientes” y como son hoy en día, que necesidades tienen, que dificultades tienen y que fortalezas y potencialidades tiene.

El modelo educativo debe ser inclusivo y ofrecer las mismas oportunidades y la misma calidad de la oferta para todos y todas por igual sin discriminación alguna.

Los niños, niñas y adolescentes trabajadores llevan el peso de una sociedad que no les ve como iguales, de una oferta que les considera inferiores dentro de un mismo sistema, y de falta de oportunidades de desarrollo.

Los Estados tienen una gran responsabilidad, deben apoyar a las familias para que estas puedan apoyar a sus hijos/as y crear condiciones de vida digna donde todos se puede ejercer los derechos humanos plenamente.

La transformación de los contextos adversos , del combate de las causas estructurales es un asunto de decisión política y de agenda nacional, el Estado debe ser el primero en dar el paso firme para cambiar la situación, sin olvidar que trabajar desde un enfoque de derechos humanos, significa atender necesidades inmediatas y garantizar derechos humanos para todos y todas sin discriminación.





[1] http://educationenvoy.org/wp-content/uploads/2013/10/child_labour_and_education_UK.pdf
[2] http://www.ilo.org/ipec/Campaignandadvocacy/WDACL/lang--es/index.htm
[3] http://www.estadonacion.or.cr/estado-educacion/educacion-informe-ultimo